Dibs - En Busca del Yo
Al iniciar la lectura de este libro por Virginia M. Axline, uno de los aspectos que llama la atención es el nombre. Dibs. No es un nombre común y escucharán a pocas personas mencionar un nombre parecido. Sin embargo, algo que me llamó la atención desde el principio es la línea inicial en la introducción del libro...
"Esta es la historia de la aparición de una personalidad fuerte y sana en un niño que había estado profundamente perturbado" - Virginia M. Axline
Lectura del Día: Dibs, en busca del Yo por Virginia M. Axline |
Sin duda, esa línea es poderosa. En pocas palabras, describió una esencia y parte importante del libro. Un niño tan perturbado como Dibs te toca el corazón, aunque uno se resista. Aquellos que se atrevan a leer su historia completa,entenderán lo que digo. Era un niño muy perturbado. Sin embargo, volviendo a las palabras de Axline, se dio la aparición de una personalidad fuerte y sana.
Dibs |
Dibs era un niño que podía ser descrito con adjetivos como peculiar y extraño. Era un niño de cinco años de edad. Representa a uno de los personajes más icónicos e importantes de la historia debido a su papel protagónico dentro del texto. Era el hijo mayor de una pareja de académicos. Su padre, un científico reconocido, era una persona ausente en el hogar y distante en su relación con Dibs. Durante el transcurso de la lectura, es poco lo que se menciona y se conoce de su padre. Por otro lado, su madre, era una reconocida doctora, quién había dejado de trabajar por cuidar a sus hijos. Las dificultades que ella experimentaba para tener contacto y mostrarle afecto a Dibs son obvias desde el inicio de la historia. Por último, Dorothy, es la hermana pequeña de Dibs, que es descrita como "perfecta" según sus padres. Otro personaje importante es la abuela de Dibs, quién le tenía un gran cariño y afecto a nuestro querido personaje principal.
La relación de Dibs con el resto de su familia era notoriamente deficiente y presentaba dificultades en el contacto con otros. A veces, se mostraba agresivo, especialmente con su hermana. En otras oportunidades, en la escuela, se mostraba distante y solitario.
Durante la lectura, se descubre que la concepción de Dibs fue accidental e inesperada para la pareja. Ambos se sentían avergonzados y humillados por tal razón. Esto tuvo grandes repercusiones en la relación de pareja. Debido a las dificultades del embarazo, la madre estuvo enferma durante gran parte del mismo. El padre de Dibs resintió este embarazo debido a las limitantes que presentaba para la pareja, impidiendo viajes y alterando la rutina cotidiana de la pareja.
El aspecto físico de Dibs jugó un papel importante en su nacimiento. La madre rechazó a Dibs desde aquel primer instante y fue percibido como retrasado mental, entre otras descripciones. Sus padres se distanciaron de sus círculos sociales por sus sentimientos sobre el comportamiento de Dibs y la vergüenza que sentían al respecto. Esto solo provocó un mayor deterioro en la relación de pareja. Diversos especialistas, entre ellos un neurólogo, examinaron a Dibs y no encontraron ninguna deficiencia orgánica que explicara los comportamientos que tanto molestaban a sus padres.
El personal docente de la escuela donde asistía Dibs tuvo un papel importante en la intervención realizada. Varias sospechaban de la posibilidad de que Dibs fuera autista, psicótico o que padeciera de algún retraso mental y eran incapaz de determinar cuál era la naturaleza de su condición. Son las maestras de Dibs quienes contactan a la psicóloga para que Dibs recibiera atención de un profesional de la salud mental y se pudiera averiguar cuáles era el diagnóstico.
Virgina, la autora y uno de los personajes principales de esta historia, es la psicóloga que recibe el caso. Su primer acercamiento a Dibs es a través de sus maestras, escuchando las referencias de la conducta que Dibs presentaba dentro del ambiente escolar y que eran perturbadores para ellas.
Dibs presentaba movimientos corporales extraños para sus maestras. A diferencia de sus compañeros de clase, Dibs pasaba mucho tiempo inmóvil y resistiéndose a moverse. Tenía tendencias a agacharse o permanecer en un rincón, con la cabeza baja y los brazos estrechamente apretados contra el pecho. Era común que al finalizar el día, se resistiera a regresar a casa con su madre de manera agresiva y violenta.
En ocasiones, se replegaba dentro de sí mismo, hundiendo su cabeza entre sus brazos y apretándose contra la pared. Sus compañeros evitaban entrar en contacto con él, quién buscaba alejarse de ellos al permanecer debajo de escritorios y sentado en sillas cerca de la pared, dándole la espalda a sus compañeros. Sus interacciones verbales con las personas eran escasas y su lenguaje era confuso. Sin embargo, es necesario mencionar que Dibs mostraba una inteligencia superior a la de sus compañeros en diversas oportunidades. A pesar de su corta edad, podía leer correctamente y realizar otras actividades con mayor facilidad que sus iguales.
Para explicar un poco mejor cómo es Dibs, aquí encontrarán un video interesante sobre Dibs. Esta es una formulación del caso clínico realizada por Marckus Rivera, en base a las teorías de Nezu & Nezu.
El siguiente contacto que Virginia tiene con Dibs es una observación dentro de su salón de clases. Es aquí donde observa, de primera mano, muchas de las conductas que presenta Dibs dentro de un ambiente social y rodeado de otras personas. Aunque se mencionaron las conductas más relevantes, Dibs tenía muchos otros comportamientos perturbadores. Le incomodaba el contacto físico, especialmente de su maestra, y se tiraba al suelo para permanecer rigido e inmóvil boca abajo. Las manifestaciones de violencia eran comunes dentro del salón de clases. También muestra sus primeras protestas en contra de las cerraduras y puertas cerradas.
Es aquí donde Dibs nos muestra los primeros atisbos de que no es un retrasado mental ni padece de un trastorno psicótico o esquizofrénico. Dibs observá detenidamente a Virginia durante su estadía en el salón de clases y permite que interactúe con él. Se puede observar que Virginia llama la atención de Dibs.
La siguiente acción de la terapeuta, es contactar a la madre. Es esta interacción entre ellas que observamos las habilidades sociales deficientes de la madre de Dibs y la influencia que tiene sobre su hijo. Las negociaciones para iniciar el proceso terapéutico de Dibs son complicadas debido a su resistencia a participar dentro de este proceso y ser entrevistada por la terapeuta.
Dibs empieza a asistir al Centro donde trabaja Virginia, acompañado por su madre, quien se retira y regresa al finalizar el tiempo de la sesión a recogerlo.
Previamente se ha discutido en qué consiste la Terapia de Juego No Directiva y sus ocho principios, por lo que no tomaremos mucho tiempo para discutir la teoría detrás de este enfoque terapéutico.
Si desean conocer más sobre la teoría, dejó el link para que puedan leer el artículo. "Dirigir o No Dirigir"
También les dejo aquí un video muy interesante sobre los ocho principios de esta terapia por Irene Paz. Los Ocho Principios Básicos
La terapia de Juego No-Directiva le ofrece a los niños una oportunidad de experimentar el crecimiento bajo las condiciones favorables del contacto terapéutico. Este tipo de juego es un medio natural de autoexpresión y presenta un espacio para actuar sentimientos acumulados. Es en este espacio donde los niños entran en contacto con sus propias emociones para aprender a controlarlos o rechazarlos.
Es justamente este tipo de tratamiento que observamos en la práctica de Virginia. Aplicando los ocho principios de la terapia No-Directiva, podemos observar la relación terapéutica y agradable que establece con Dibs y su total e incondicional aceptación de su personalidad. Esto comienza desde su primera interacción con Dibs en la escuela.
Se puede observar que Dibs llega a tener una buena relación con Virginia, quién ha realizado un espléndido trabajo en establecer esta relación amigable y el rapport. Aunque expresa timidez y desconfianza al inicio de sus primeras sesiones, la comodidad en su relación con Virginia es obvia.
Es gracias a la labor de Virginia que el cuarto de juegos del Centro donde asistía Dibs se vuelve un espacio muy importante durante el transcurso de su tratamiento. Inicialmente, Dibs realiza sus primeros recorridos dentro del salón de juegos. Esto es común al iniciar el tratamiento, debido a que los niños empiezan a familiarizarse con los contenidos de dicha habitación.
Conforme transcurren las sesiones, Dibs se encuentra más cómodo y comienza a expresar con mayor facilidad sus emociones. Estas son identificadas claramente por Virginia y reflejadas de manera adecuada, quien también hace uso de diferentes tipos de preguntas ocasionalmente dentro del espacio terapéutico además del reflejo empático. De igual manera, muestra su permisividad adecuada al permitirle a Dibs realizar cualquier tipo de actividad dentro del cuarto de juegos.
Poco a poco, se pueden observar cambios sutiles en la personalidad de Dibs y el surgimiento de esta personalidad sana que se mencionó anteriormente. Poco a poco, su lenguaje cambia para ser más comprensible y menos infantil y desorganizado. Sus rutinas cambian notoriamente al obtener mayor independencia y confianza en sí mismo, como el hecho de decidir si quería o no quitarse su abrigo, guantes, calcetines y zapatos en diferentes puntos del tratamiento.
Se ha dicho antes, ¿qué hay de terapéutico en jugar?
Dibs tiene este cuarto de juegos, que se vuelve prácticamente un santuario, en donde puede expresarse sin temor ni castigos que recibe en otros contextos. Es capaz de entrar en contacto con su yo interno y exteriorizar todo aquello que tenía guardado y era incapaz de comprender. Aunque no parezca, Dibs recorrió un largo camino a nivel intrapsíquico a lo largo de sus sesiones en el cuarto de juegos.
Durante las últimas sesiones, podemos notar los comentarios de la madre, quién se conmueve de sobremanera al recibir afecto espontáneo al ir a recoger a Dibs. Sus cambios en su interacción con su familia, su facilidad para comunicarse apropiadamente y sus habilidades sociales en la escuela fueron mejorando considerablemente. Inclusive podemos observar el momento exacto en donde Dibs perdona a su padre por sus ofensas y perdona a su hermana, mejorando considerablemente la relación entre ellos.
La terapia centrada en el ciente fue desarrollada por Carl Rogers y originalmente fue llamada Terapia No Directiva, debido a que el terapeuta debe mantenerse alejado de tratar de ayudar activamente al cliente. En el caso de Virginia, quien utiliza este enfoque dentro de sus sesiones con Dibs, cabe mencionar cómo fue que aplicó dicha teoría dentro del espacio clínico.
Principalmente, Virginia utilizó la aceptación total del cliente. No realizó ninguna entrevista a profundidad con los padres y recibió poca retroalimentación de los maestros, pidiendo específicamente que no se le informara nada a menos que fuera estrictamente necesario. Esto nos indica que Virginia trabajaba únicamente con Dibs, sin ideas preconcebidas de lo que la familia o los maestros decían sobre su personalidad y su progreso durante la terapia.
Virginia no tuvo un rol pasivo dentro del tratamiento de Dibs, aunque la terapia es No Directiva y es el paciente quién tiene total control del curso de la misma, su labor consistía en el reflejo de las actitudes y emociones de Dibs. Ella permanecía atenta a cualquier comportamiento de Dibs y realizaba las intervenciones prudentes de acuerdo a la teoría, que consistían en reflejos empáticos y ocasionalmente, algunas preguntas.
Virginia nunca se adelantó a realizar interpretaciones del juego de Dibs ni adelantarse a lo que él haría. Es aquí donde unas de las habilidades más necesarias e importantes para cualquier psicólogo terapeuta hacen acto de presencia, el silencio intrapsíquico y el Yo Observador. Se observa que Virginia mantuvo sus propias ideas o percepciones de lo ocurrido alejadas del espacio clínico y únicamente realizo su labor como terapeuta, siendo perfectamente consciente de sus propias emociones y pensamientos en todo momento para mantenerlas bajo control y evitar la contra-transferencia con el paciente.
Los efectos positivos de la relación entre Virginia y Dibs se observan cuando ella hace la sugerencia sobre incluir a otro niño en el cuarto de juegos o realizar una intervención grupal. Esta relación amigable y cálida, que no era dependiente ni mal sana en ningún momento, fue un pilar básico para el tratamiento de Dibs.
Personalmente, puedo decir que la lectura de "Dibs, en busca del Yo" fue una de las lecturas que más he disfrutado dentro de mi formación como profesional. Sin duda, este personaje me ha dejado mucho en qué pensar y mucho que reflexionar. Ha sido un gran apoyo en la formación en la terapia no directiva así como en la labor de un terapeuta. Sin embargo, recordaré a Dibs por lo que es, simplemente Dibs, un niño que creció mucho.
Aunque el enfoque utilizado por Virignia fue adecuado y probó ser exitoso en la recuperación de Dibs, no depende del enfoque este éxito. Para todos aquellos lectores que se encuentran aún dentro de su formación como psicólogos y terapeutas, depende de SU PROPIA DEDICACIÓN tanto como la del paciente el éxito de la terapia. Si permiten que la mediocridad marque su práctica profesional, nunca llegarán a ser exitosos en este campo laboral, nunca dejen de aprender.
Para conocer más sobre mis percepciones de Dibs, les dejo otro articulo: Un poco más sobre Dibs
Referencia Bibliográfica:
Axline, V. (1977) Dibs, en busca del yo. Editorial Diana. México
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