Retos de un Psicólogo: Intervenciones con Bomberos

Ensayo sobre Retos de un Psicólogo

Parte de la formación universitaria es la lectura constante. Un psicólogo profesional con buenas prácticas nunca para de aprender nuevos conocimientos. La realización de este ensayo en particular, me pareció una asignación muy agradable y por lo tanto, les comparto lo escrito por mi persona. 




Retos de un Psicólogo en la Intervención con Bomberos

Feldman (2010) entiende a la psicología como el estudio científico del comportamiento y los procesos mentales. En base a esto, entenderíamos que un psicólogo es aquel que estudia el comportamiento humano y los procesos mentales. Dicha definición de un psicólogo no abarca en su totalidad todo lo que corresponde ser un psicólogo.

Harrsch (como citó Bernabé, 2013), define al psicólogo como una persona implícita en un proceso de adquisición constante de conocimientos teóricos sobre la conducta humana individual y social que a partir de los conocimientos afectivos-cognitivos y su interacción con el entorno es un promotor del desarrollo humano consciente de su responsabilidad ética para consigo mismo y la sociedad. Este mismo autor define que las funciones profesionales de un psicólogo son detectar, evaluar, planear, investigar e intervenir, tanto en prevención y en la orientación como en la rehabilitación de problemas relacionados con la conducta humana.

Esta descripción de la labor de un psicólogo nos da un mayor entendimiento de la variedad de trabajos que puede realizar un profesional de la salud mental, como lo es la enseñanza, la investigación y el tratamiento de pacientes.

La labor de un psicólogo, dependiendo de la rama en la que se desenvuelva, depende de diversas y numerosas habilidades. Una de las más importantes es la empatía. Galimberti (como citó Bernabé, 2013) definió la empatía como la capacidad que posee una persona para reconocer pensamientos y estados de ánimo hasta comprenderlos. Explica que es un proceso de imitación y proyección que permite sentirnos como el otro, además de una correcta interpretación verbal y no verbal de las manifestaciones emocionales, pero conservando la identidad propia y la consciencia de manera separada.

Esta habilidad permite al profesional de la psicología comprender a cabalidad tanto el contexto social, cultural, religioso y personal de la persona como su percepción e interpretación de los eventos que le ocurren y las respuestas que da ante la situación. A través de esta comprensión tan completa del individuo, el profesional de la psicología puede intervenir en ciertos aspectos de los procesos mentales y el comportamiento de la persona para que sean más adaptativos y menos perturbadores para la persona.

La empatía es un arma de dos filos en la labor psicológica. A causa de la empatía, el psicólogo es capaz de comprender las emociones de su paciente al revivir la situación traumática a través del proceso empático. Este proceso empático puede conllevar reacciones emocionales a la situación relatada por el paciente en algo llamada contratransferencia. Este enganche emocional deja vulnerable al terapeuta a ser afectado directamente por las emociones que está experimentando e influir negativamente en la intervención con el paciente.

De acuerdo a la definición de García y Freire (como citó Bernabé, 2013) se puede entender a esta contratransferencia como el desgaste por empatía. Según estos autores, el desgaste por empatía es el efecto que se produce en un trabajador de la salud al revivir los síntomas y sufrimiento de las víctimas con las que trabaja. El profesional genera una contratransferencia traumática y se vincula con el paciente, transfiriendo sus mecanismos de defensa, miedos, fantasías y demás elementos durante el proceso terapéutico. En ese momento, el terapeuta no puede distinguir entre su propia realidad y la del paciente, por lo que se abruma y desarrolla reacciones similares a las del paciente. Este desgaste por empatía se da principalmente al tratar con personas que han sufrido de eventos traumatizantes y puede manifestarse como fatiga física y mental y una pérdida de energía y vigor ante las tareas realizadas.




En este caso particular, se menciona la labor psicológica con los cuerpos de rescate, específicamente, los bomberos. Los profesionales rescatistas se encuentran vulnerables y en grave riesgo para su salud mental debido al efecto acumulativo de los incidentes críticos continuos que atienden y las repercusiones que esto puede tener en su psique. El personal de rescate se encuentra en riesgo constante de desestabilización y padecimientos ya que son negativamente afectados por los factores propios del profesional, factores propios de la situación o factores propios de las circunstancias vitales tras un incidente crítico de manera conjunta.

Los bomberos y otros profesionales del cuerpo de rescate se encuentran aún más vulnerables debido a la falta de formación psicológica. A pesar de que son altamente capacitados y formados en las diferentes maniobras y protocolos para reaccionar adecuadamente durante una situación altamente estresante y poseen conocimientos para los primeros auxilios de las víctimas durante las catástrofes, la formación psicológica es altamente deficiente en la mayoría de los casos.

Las técnicas de afrontamiento son una herramienta inherentemente necesaria en la formación de un bombero o rescatista para controlar el estrés y el estado emocional durante una situación altamente estresante. La falta de esta formación puede ocasionar baja autoestima, conductas de adicción, enfermedades psicosomáticas, deterioro en las relaciones socio-laborales y neurosis entre otras y numerosas consecuencias.

El estado emocional de un profesional del cuerpo de rescate puede incapacitar cualquier acción e impedir que utilice los recursos propios que posee para afrontar las circunstancias. Esta incapacidad de actuar puede ser altamente peligroso y nocivo para una víctima vulnerable y en necesidad de atención inmediata.

Relacionado al estado emocional, los factores personales del rescatista pueden incapacitar gravemente para actuar ante una situación traumática debido a una contratransferencia. Las diferencias individuales y los factores de personalidad determinan el tipo de respuesta que el sujeto pueda realizar ante una situación altamente estresante. Puede darse el caso de que la persona pueda reorganizarse eficazmente, buscar y conseguir ayuda u obtener nuevos conocimientos mientras que otra persona puede reaccionar de manera negativa y perjudicial para sí misma.

 La personalidad influye notoriamente en el tipo de profesión que podría desempeñar, debido a que las cualidades y debilidades podrían entorpecer o desenvolverse positiva y adecuadamente en el desarrollo de la profesión. Es a causa de esto que el autoconocimiento es de gran importancia previo al trabajo de intervención en situaciones catastróficas, tanto para conocer estas cualidades y debilidades, como para conocer sus propios límites y alcances en sus actos.

Debido a esto, la intervención y formación psicológica es el principal reto de los psicólogos a la hora de trabajar directamente con profesionales del cuerpo de rescate como lo son los bomberos. Aunque existen otros retos, como la resistencia a la atención psicológica debido a los prejuicios sociales y culturales y otros aspectos del contexto socio-cultural e individual, es esta formación psicológica el reto más significativo y relevante.

Los integrantes de los cuerpos de rescate están sometidos a situaciones prolongadas de alto riesgo y altamente estresantes sin mencionar que también se ven sometidos a prolongadas horas de trabajo. Estas situaciones se pueden afrontar con una buena formación física, pero hay otros factores que alteran la estabilidad emocional del bombero.

La falta de conocimiento de su función específica dentro de la organización y el conflicto de roles pueden incrementar la insatisfacción en el trabajo, provocando tensión. De igual manera, el peso que conlleva ser el responsable de un grupo determinado de personas conlleva una presión psicológica notoria. A esto, hay que agregar las relaciones interpersonales entre los miembros del grupo de trabajo, incluyendo jefes y subordinados, pueden conllevar falta de confianza y poco apoyo emocional debido a distintas causas. Las malas relaciones interpersonales conducen a problemas de comunicación y tensiones psicológicas por la falta de efectividad del trabajo en equipo. Otro factor relevante es la falta de congruencia entre la posición ocupada y el nivel de preparación que exige la misma.

Situaciones, como las mencionadas anteriormente, dentro del clima laboral de los bomberos, al igual que factores externos, interpersonales e individuales, entre otras adicionalmente a las situaciones traumáticas que deben conllevar los bomberos, los dejan vulnerables a las circunstancias, especialmente a desarrollar un trastorno por estrés postraumático, depresión, abuso o adicción a sustancias, etc. Estas consecuencias solamente se vuelven continuamente más graves debido a la continuidad y perseverancia de los diversos factores de la profesión y del ambiente de trabajo en el que se encuentran, dificultando significativamente la estabilidad emocional necesaria.

Es aquí donde el psicólogo tratando al personal de rescate se encuentra con el reto adicional de la formación psicológica de los cuerpos de rescate. Se requiere de un gran esfuerzo y dedicación poder formar al personal en técnicas de afrontamiento de estrés y fortalecer dichas estrategias lo suficiente para que puedan enfrentarse a la dura realidad de las circunstancias con las que se encuentran constantemente. Esto significa una carga considerable sobre los hombros del profesional de la salud mental.

Es aquí donde entra la traumatización vicaria. Esta es definida por Parada (2009) como el resultado del impacto acumulativo ocasionado por trabajar con individuos traumatizados en diferentes áreas. Es una transformación de la experiencia interna, personal e característica del profesional como resultado de la involucración empática con las experiencias traumáticas de las víctimas.

El reto del psicólogo ante la formación psicológica de los bomberos no es solamente lidiar con los efectos que la falta de la misma tienen sobre el personal de rescate y atender dicha problemática, sino en poder sobrellevarla él mismo.

La formación psicológica requerida no aplica únicamente para el personal de rescate, sino también para el mismo profesional de la psicología que atenderá dicha situación tan delicada. Es necesario que también sea formado y entrenado en las técnicas de afrontamiento del estrés, el manejo apropiado de sus propias emociones y el auto-control para no caer en una contratransferencia y ponerse en riesgo a perpetuar un círculo vicioso traumático entre terapeuta, rescatista y víctima.

El psicólogo debe llegar a un autoconocimiento profundo y estar muy consciente de sus límites y alcances, así como sus cualidades y debilidades. También es necesario que esté al pendiente de sus propias reacciones emocionales durante el proceso empático con los bomberos y a las señales de contratransferencia que puedan influir negativamente en el tratamiento. Solamente así, podrá el profesional de la salud mental mantener la objetividad en el proceso terapéutico con los rescatistas y así guiar y orientar a los mismos que transmitan estos nuevos conocimientos en afrontamiento del trauma y el estrés con las víctimas que atenderán más adelante durante una situación catastrófica.

Con esto, se recalca la importancia de la formación profesional del psicólogo como tal, la poderosa influencia que la deficiencia en la misma tendrá sobre todo un equipo de rescatistas y las repercusiones que esto tendrá en la atención a víctimas de catástrofes. De no realizar una labor apropiada, la labor del psicólogo será perjudicial y altamente nociva para todos los involucrados y creará repercusiones significativas que durarán una cantidad de tiempo preocupante. Sin duda, éstos son retos formidables.






Bibliografía Consultada: 

Bernabé S, J. (2013) Desgaste por Empatía en Psicólogos (Estudio a realizarse en el Colegio de Psicólogos de Quetzaltenango). Tesis Inédita. Universidad Rafael Landívar. Guatemala.

Feldman, R. (2010) Psicología con Aplicaciones en países de habla hispana. Octava Edición. McGraw Hill. México.

López, A.; Martins, T.; Muro, S.; Pérez, J. (s.f.) El apoyo psicológico a los profesionales de la emergencia: asesoramiento psicológico

Rotger, D. (1994). El Estrés de los Bomberos. MAPFRE Seguridad No. 55.

Parada T., E. (2009) Psicología y Emergencia: Habilidades psicológicas en las profesiones de socorro y emergencia. Segunda Edición. Editorial Desclée de Brouwer, S.A. España. 


Polaino-Lorente, A. (2013) Algunos retos actuales de la Psicología Clínica. Universidad de San Pablo. España.

Estrada P, L. (2012) Primeros auxilios psicológicos en la atención de víctimas en situaciones de emergencias por los bomberos municipales de Villa Hermosa, Santa Inés y San Miguel Petapa. Tesis Inédita. Universidad San Carlos de Guatemala. Guatemala.


Saravia, M. (2013) Consecuencias Psicológicas que se generan en los Bomberos de la Ciudad de Guatemala, por atender emergencias. Tesis Inédita. Universidad Rafael Landívar. Guatemala.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Dibs - En Busca del Yo

Los usos y beneficios de la globoflexia

Los 14 pasos de la Terapia Gestáltica