Los 14 pasos de la Terapia Gestáltica


La terapia con enfoque gestáltico se trabaja de una manera muy diferente a otras escuelas de la psicología. El objetivo de este enfoque son las emociones, más que las ideas. Las técnicas de este enfoque pretenden ayudar al paciente a expresar sentimientos.


Aquí hay un vídeo que habla más sobre la terapia gestáltica...



En el caso de los niños, el juego imaginativo o la fantasía es una forma de enfrentar el mundo en el que viven y son expresiones de sus sentimientos. Existen diferentes materiales y diferentes actividades que pueden realizarse con los niños para utilizar el arte como una forma de expresión de sus emociones. El objetivo principal es ayudar al niño a darse cuenta de sí mismo y de su existencia en el mundo. Con eso en mente, el terapeuta encontrará un equilibrio entre dejar que la sesión sea directiva y no directiva de acuerdo a las necesidades del paciente. 

Es necesario darle rienda suelta al potencial creativo del terapeuta y crear un espacio seguro para que el paciente utilice cualquiera de los materiales presentes y realice las actividades. Esto es un proceso orgánico, por lo que debe ser suave y fluido. 

Violet Oaklander en su libro de "Ventanas a Nuestros Niños" comenta que el proceso terapéutico tiene 14 pasos. Estos pasos son los seguidos por el terapeuta a la hora de trabajar con el paciente al realizar una sesión con enfoque gestáltico y utilizando el arte.


Aquí hay un ejemplo de una sesión grupal que ejemplifica el uso de este enfoque y el uso del arte.



1. Hacer que el niño comparta la experiencia de dibujar. 

El dibujo es una forma de expresión de sentimientos en los niños que no representa ninguna amenaza para ellos. Les permite expresarse sin censura y proyectar sus emociones libremente.

Al iniciar la sesión, es necesario relajar al paciente. Por lo tanto, se realizan ejercicios de respiración y de relajación, muchas veces en acompañamiento de música instrumental para hacer de la experiencia más agradable y relajante para el paciente. Aquí dejo algunos videos con música instrumental y relajante que pueden utilizar para esta primera parte de la experiencia.







Es entonces, que una vez el paciente se encuentra relajado y en contacto con sus emociones, se realiza cualquiera de las actividades deseadas. Usualmente, se utiliza el dibujo. Se solicita que el paciente comparta la experiencia y cuál fue su proceso durante la realización de la actividad. Esto es compartir el yo.


La experiencia de dibujar es diferente para cada persona, compartir cómo fue el proceso para el paciente es algo importante y puede proveer información importante para el terapeuta.


2. Hacer que el niño comente el dibujo mismo, describiéndolo a su manera. 

En esta parte, se le pide al niño que describa todos los aspectos de su dibujo y que provea mayor información sobre lo que ha descrito. Es importante que el terapeuta no asuma ni haga interpretaciones en esta parte. Es importante que el paciente utilice sus propias palabras para describir el dibujo y todo lo que se haya en él, puesto que tienen un significado particular para él.

Pueden realizar diversas actividades de dibujo. 
3. A un nivel más profundo, estimular en el niño un mayor autodescubrimiento pidiéndole que se explaye sobre fragmentos del cuadro; esclareciendo los fragmentos, haciéndolos más obvios; describiendo las figuras, formas, colores, representaciones, objetos y personas. 

En algunas ocasiones, dependiendo de la actividad, se le puede dar al niño el tiempo para realizar cambios en su dibujo. Por ejemplo, cuando se realizan líneas, se le puede dar la indicación de acentuar o remarcar las líneas que deseé o borrar otras. Esto dependerá de la actividad que se realice. Por lo tanto, es importante que los materiales de dibujo estén a la mano y al alcance del paciente para realizar dicha actividad. 


Es importante tener gran variedad de materiales para no limitar al paciente en su creación. Esto puede ser de gran beneficio para el terapeuta y proveer de más oportunidades para realizar diversas actividades. La organización y la facilidad para obtener los materiales para el paciente es de gran importancia para no interrumpir el proceso.


Luego de realizar esta parte, se le da la oportunidad al paciente de comentar sobre estos fragmentos del cuadro y su significado para el paciente. 

4. Pedir al niño que describa el cuadro como si éste fuera él, usando la palabra "Yo". 

El dibujo, en los niños, es eminentemente proyectivo. Por tal motivo, se le pide al paciente que describa el dibujo utilizando yo para observar su lenguaje y lo que comenta del dibujo. Es necesario que el terapeuta haga la aclaración y recalque la importancia de utilizar el Yo a la hora de expresarse. 

"Yo soy este cuadro, YO tengo líneas rojas por todos lados y líneas azules al medio."

5. Escoger cosas específicas en el cuadro para que el niño se identifique con ellas. 

Esto dependerá de la actividad a realizar y de los elementos que se encuentran en el dibujo. Es importante prestar atención al lenguaje corporal del paciente durante el dibujo para conocer qué elementos tiene mayor importancia para el mismo y poder utilizarlos en esta parte del proceso terapéutico. 

Se le pide al paciente que describa este elemento específico y se solicitan más detalles sobre el mismo. Por ejemplo, se le pide al niño "sé el cuadro azul y descríbete con más detalles..." Se le puede solicitar detalles sobre su aspecto, su función, entre otras preguntas.




6. Hacer preguntas al niño, si es necesario, para ayudarle en el proceso. 

Aquí es donde es necesaria la habilidad del terapeuta para realizar preguntas adecuadas que motiven al paciente a compartir sobre la experiencia del dibujo y el fragmento del dibujo, así como los significados del mismo. Estas preguntas surgen de la capacidad de "meterse" en el dibujo junto con el niño y abrirse a las múltiples posibilidades de existir, funcionar y relacionar. (Oaklander, 2001)


7. Concentrar aún más la atención del niño y agudizar su toma de conciencia mediante el énfasis y la exageración de una o más partes de un cuadro. 

Es importante estimular al niño en su descripción del fragmento elegido a un nivel más profundo, especialmente si hay mayor energía o entusiasmo en usted o en el niño, al igual que si existe una falta de energía y entusiasmo. Estos son indicadores de la importancia y relevancia de dicho fragmento del dibujo. 

Cuando el niño no sepa qué responder a las preguntas, se debe trasladar la atención a otra parte del cuadro o proponer su propia respuesta y preguntar al niño si es o no correcta su afirmación. Es necesario establecer una buena interacción con el paciente.

8. Hacer que el niño entable un diálogo entre dos partes de su cuadro o entre dos puntos de contacto u opuestos. 

Este espacio es importante y puede proveer de información importante sobre los conflictos y puntos de atención del paciente para el terapeuta. Es de gran importancia prestar gran atención a este diálogo.



9. Estimular al niño para que ponga atención a los colores. 

Esta parte del proceso terapéutico dependerá de la actividad a realizarse y deberá de realizarse desde el inicio. Por ejemplo, durante la experiencia de dibujar, se puede sugerir al niño que reflexione sobre los colores que desea utilizar y qué significados tienen estos colores para él. Un niño usualmente dibujará sus conflictos y penas con colores oscuros así como utilizará colores claros y brillantes para manifestar su alegría. 

Es en este momento donde se inicia a enfocar al paciente sobre lo que ha realizado y lo que representa, aunque lo haya realizado de manera inconsciente.

10. Estar atento a claves en el tono de voz, postura del cuerpo, expresión facial y corporal, respiración y silencio del niño. 

Estas claves son parte de la labor del terapeuta en todo momento, ya que proveen información clave sobre el estado emocional del paciente y sobre el conflicto que presenta. Pueden proveer información sobre censura, sus pensamientos, represiones, angustias, miedos o conciencia de algo. Estas claves son necesarias para promover la fluidez en su trabajo y la comunicación del paciente. No deben pasarse por alto en ningún momento y esto dependerá de la habilidad del terapeuta para utilizarlas apropiadamente durante la sesión.



11. Trabajar en la identificación, ayudando al niño a "reconocer" lo que se ha dicho sobre el cuadro o partes de éste. 

En esta parte, es muy importante el uso adecuado de las habilidades del terapeuta para que el paciente haga conciencia de lo que ha dicho o realizado y qué representa esto sobre sí mismo. Es durante esta parte del proceso que se hacen preguntas para relacionar lo dicho con la vida actual del paciente. Por ejemplo, ¿Alguna vez haces esto? ¿Hay algo de lo que dijiste que podrías decirte a ti como persona?, entre otras preguntas.

Los niños no siempre podrán "reconocer" estas cosas al inicio, pueden retraerse o temer a hacerlo. En algunos casos, simplemente no están preparados para afrontar lo que esto conlleva. 


12. Dejar el dibujo y trabajar en las situaciones de vida del niño y los asuntos incompletos que emergen del cuadro.

Como se mencionó anteriormente, las habilidades de entrevista del terapeuta serán de gran ayuda durante esta parte del proceso. Esta es la parte más importante del proceso terapéutico, ya que aquí es donde se producen asociaciones con los conflictos actuales y problemática del paciente y pueden surgir reacciones emocionales. 

13. Estar atento a las partes faltantes o espacios vacíos en los cuadros y prestarles atención.

Anteriormente se mencionó que las omisiones proveen información sobre un punto de atención para el terapeuta. Esto también aplica a los espacios vacíos o partes faltantes de un dibujo o cuadro. La indagación del terapeuta sobre dichas partes debe ser adecuada para promover líneas de comunicación abiertas entre paciente y terapeuta. 


14. Permanecer en el flujo de primer plano del niño o prestar atención a su propio frente - donde encuentro interés, entusiasmo y energía. 

Una parte importante de la formación de cualquier terapeuta es el Yo Observador. Esto hace referencia a la habilidad del terapeuta para estar consciente de sus propias emociones y pensamientos sobre el trabajo realizado con el pacientes y estar en control de los mismos para no influir o perjudicar el proceso terapéutico del paciente. Es importante que el terapeuta no permita que sus emociones o pensamientos influyan negativamente sobre sus acciones y puedan ocasionar problemas dentro del espacio terapéutico del paciente.



Estos pasos no siguen un orden estricto y pueden modificarse dependiendo del trabajo realizado con el paciente. Por tal motivo es que las técnicas utilizadas en este enfoque son semi-directivas. Conocer dichos pasos a profundidad proveerá al terapeuta del conocimiento necesario para abordar al paciente de una manera adecuada durante una sesión a pesar de los diferentes escenarios que puedan surgir durante la misma. Es necesario que el terapeuta se prepare adecuadamente y tome en serio su formación en estos 14 pasos para garantizar el éxito de la aplicación de este enfoque en los pacientes. 

 Si aún desean continuar aprendiendo sobre los 14 pasos del proceso terapéutico, aquí hay un video que pueden observar.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Dibs - En Busca del Yo

Los usos y beneficios de la globoflexia